El crecimiento y desarrollo de Boulogne y Villa Adelina obligó hace más de cuarenta años a la Sociedad de Bomberos Voluntarios de San Isidro a encarar un nuevo desafió, construir un nuevo destacamento para optimizar la seguridad.
A fines de la década del ’50 el municipio de San Isidro mostraba ya un crecimiento que difícilmente iba a poder detenerse. Y ese desarrollo no sólo se daba en el centro del partido, sino también en las otras localidades.
En Boulogne y Villa Adelina, por ejemplo, no sólo se construían viviendas como en el resto del partido, sino también establecimientos fabriles, comercios y talleres. Y esta gran zona, originalmente chacarera, ya no podía depender, en caso de emergencia, del cuartel que la Sociedad de Bomberos Voluntarios tenía en Acassuso. La distancia era muy grande y las vías del ex Ferrocarril Belgrano, con escasos pasos a nivel, se presentaban como obstáculos para la rapidez que necesita el servicio bomberil.
Por esa razón, las autoridades municipales y policiales solicitaron a la Sociedad de Bomberos Voluntarios de San Isidro la creación de un destacamento en aquella zona. Para poder llevar adelante este proyecto, que significaba un nuevo desafío para los voluntarios locales, la Municipalidad de San Isidro donó dos parcelas de terreno en la esquina de las calles Mazza y Combate de la Florida.
El 13 de abril de 1958, días antes de que Melchor Posse se hiciera cargo de su primer período como intendente, se colocó la piedra fundamental de lo que sería el Destacamento Nº 1, cuyas obras se iniciaron poco después.
Finalmente, el nuevo establecimiento de los Bomberos de San Isidro fue inaugurado el 8 de octubre de 1961, siendo madrina de la ceremonia la señora Raquel Rolón de Riera, esposa del entonces presidente de la Sociedad de Bomberos Voluntarios locales, Francisco Riera.
Mientras las localidades de Boulogne y Villa Adelina iban desarrollándose con la instalación, cada vez más, de establecimientos, viviendas y por supuesto habitantes, aquella visionaria de construir el Destacamento Nº 1 era constantemente halagada.
Ya en 1986, cuando este destacamento cumplió sus bodas de plata, se le incorporaron importantes mejoras edilicias y se amplió su flota de vehículos.Por otra parte, durante la década del ’90 se realizaron importantes trabajos para mejorar aún más el destacamento. Se construyó una sala de estar, un dormitorio y vestuarios para el personal y se recuperó lo que antiguamente era un jardín interno. En este último sector se hizo un quincho que posee una parrilla, un original horno de barro, y mesas redondas hechas por el mismo personal.
Para los festejos de su 45º aniversario, celebrado en 2006, se realizaron importantes reformas en el destacamento: se refaccionó la guardia (ventas, puertas y muebles nuevos), se construyó la sala de descanso para cuarteleros, se hizo un nuevo depósito, se refaccionó el techo (cambio de chapa y canaletas), se arregló la vereda, se reacondicionó la luminaria, se instaló una central telefónica y se efectuaron tareas de pintura en el exterior y en el interior del edificio.
El Destacamento de Beccar tiene todas las características de un puesto de avanzada. Su construcción permitió a la Sociedad de Bomberos Voluntarios de San Isidro tener todo el partido controlado y diagramado ante cualquier emergencia.
De la misma manera que en la década del ‘50 fue necesario proyectar un destacamento en Boulogne para prestar servicio en esa localidad y en Villa Adelina, la necesidad se trasladó a mediados de la década del ‘90 a Beccar.
Para la Sociedad de Bomberos Voluntarios de San Isidro el proyecto de construir una nueva base en Beccar era todo un desafió, una sensación similar a la que movió a aquel grupo de entusiastas de Martínez a crear en 1939 los bomberos de San Isidro y a construir, poco tiempo después, el cuartel central de Acassuso.
Para las autoridades de las institución, construir un destacamento en Beccar se había convertido ya en una asignatura que no podía extenderse en el tiempo. El crecimiento de habitantes que mostraba esta zona lindera con San Fernando era cada vez mayor y además era elegida por industrias y comercios para su instalación. Una prueba del crecimiento y desarrollo de Beccar fue su declaración como ciudad en 1997.
Por esa razón, a raíz del rápido y ágil desarrollo de esta localidad sanisidrense, la Sociedad de Bomberos Voluntarios de San Isidro creyó conveniente y sumadamente importante, desde el punto de vista de la seguridad para la comunidad urbana y laboral, la construcción de un destacamento en Beccar.
El edificio, cuyas obras comenzaron en enero de 1998, se construyó en una parcela donada por la Municipalidad de San Isidro ubicada en la calle Murature 2435, con una superficie de 1230 metros cuadrados y 28,71 metros de frente.El proyecto fue realizado por el arquitecto Horacio Laguzzi y la dirección de obra le fue encomendada al arquitecto José María Sumay.
Poco tiempo después, el 31 de octubre de 1999, cuando la Sociedad de Bomberos de San Isidro festeja su cumpleaños número 60, un nuevo destacamento se inauguraba para brindar una mejor seguridad a la comunidad.
La ceremonia de inauguración, muy emotiva por cierto, contó la presencia de numerosos vecinos que ese día se acercaron hasta el destacamento para brindar las felicitaciones por este nuevo desafío. Las madrinas de la ceremonia fueron las señoras Clementina Giorgi de Posse (esposa del ex intendente Melchor Posse) y Hélida Otilia Rovan de Laguzzi, mujer del actual titular de la entidad.
Pero los acontecimientos relacionados con este destacamento no se detuvieron allí. El 2 de junio de 2001, la Sociedad de Bomberos Voluntarios de San Isidro no sólo celebró el “Día del Bombero”. Desde ese día, el Destacamento Nº 2 de Beccar comenzó a prestar servicios y brindar seguridad para todos los vecinos de este amplio sector de San Isidro de manera autónoma, es decir, con todo el equipamiento que necesita tener una base bomberil.
Actualmente, este destacamento cuenta con dos plantas. En la plata baja se ubica un estacionamiento de grandes dimensiones para los móviles y los sitios destinados a la guardia, al casino de oficiales, a los dormitorios, a la cocina y a los vestuarios. Allí también se ubican los talleres de mantenimiento.En la planta alta se extiende un salón que puede ser utilizado para reuniones, eventos y fiestas, con acceso directo desde la calle.
Por su parte, la ubicación geográfica de este destacamento es estratégica y fundamental. Está situado en un lugar que tiene acceso por vías rápidas a muchos sectores. Por ejemplo, tiene fácil llegada a la autopista Panamericana y a las avenidas Andrés Rolón, Sucre y Centenario. Además, está muy cerca de San Fernando (a metros de la calle Uruguay), factor que le permite ayudar con mayor velocidad a los bomberos vecinos en caso de que necesiten refuerzos.
Cuando este destacamento no existía y los bomberos locales debían realizar un auxilio en la zona que ahora es jurisdicción de la base de Beccar, la demora en llegar era el mayor de los problemas. La gran cantidad de vehículos en la calle y los lomos de burros provocan pérdida del tiempo a los bomberos que tenían que salir desde el Cuartel Central de Acassuso.
Es por esto que la decisión de construir un destacamento en Beccar fue más que acertada. Desde entonces, la seguridad de esta extensa zona de San Isidro está garantizada.